El valle de Secastilla está situado en el extremo noreste del Somontano, agazapado en un punto intermedio entre las dos grandes vías de comunicación que enlazan el Somontano con el Pirineo. Presenta un especial microclima mediterráneo bien diferenciado, ideal para el cultivo de la vid, olivos y almendros. En un entorno único que aúna historia y tradición, con una naturaleza en todo su esplendor que deja al visitante gratamente sorprendido y donde caminando entre quejigos, pinos, enebros y encinas por pequeñas laderas y zonas aterrazadas, es fácil ver buitres, milanos, búhos e incluso tejones, corzos, zorros y jabalíes.
Su origen data del Siglo I antes de Cristo y fue fundada por los romanos asentados en el poblado de Labitolosa, situado entre los ríos Cinca y Ésera. En esta época, se comienzan a plantar los primeros viñedos que dan lugar a vinos muy apreciados. El nombre de Secastilla, deriva del latín "Septcastelum" integrado por los siete castillos (Muñones, Castro, Torreciudad, Ubiergo, Bolturina, Mendaleya y Secastilla) que dominaban el territorio y lo defendían de las invasiones musulmanas. Todavía hoy, desde la parte más alta de la iglesia de San Pedro de Secastilla se puede ver lo que queda de éstos antiguos núcleos.
Estaremos encantado de recibiros en nuestras bodegas.
Conoceréis de primera mano el entorno que hace posible nuestro gran vino.